En busca de Bobby Fischer' (1993), ópera prima como director del hasta entonces aclamado guionista Steve Zaillian, va mucho más allá de la historia sobre un niño prodigio del ajedrez. Constituye todo un jaque mate a la inocencia, una metáfora sobre el intento de los personajes de adoptar el ideal del mítico jugador de ajedrez Bobby Fischer y su determinación para ganar a cualquier precio. Conviene aclararlo desde el principio: esta no es una película sobre Fischer, que no aparece en ningún momento del filme, sino sobre otro niño prodigio del ajedrez al que padres y educadores intentan convertir en un nuevo campeón del mundo a imagen y semejanza de lo que fue Fischer, aún a costa de torcer los deseos del protagonista.
PINTURA DEL JUEGO DE AJEDREZ DE LA IGLESIA DE TUBY.
Antonius Block es un caballero que regresa a su pueblo natal en compañía de Jöns, su escudero, tras pasar diez años luchando en las Cruzadas, encontrándose con un paisaje desolador, puesto que Suecia ha sido azotada por la peste, cobrándose incontables vidas.
Descansando ambos en una playa cercana, la Muerte irrumpe con la intención de llevarse a Antonius, quien le reta a una partida de ajedrez, estableciendo las condiciones del juego: Si la Muerte gana, se llevará a Antonius, pero si éste gana, la Muerte le dejará vivir:
– ¿Quién eres tú? –Pregunta Antonius. – La Muerte –Le responde. – ¿Es que vienes por mí? – Hace ya tiempo que camino a tu lado. – Ya lo sé. – ¿Estás preparado? – El espíritu está pronto, pero la carne es débil. Espera un momento. – Es lo que todos decís, pero yo no concedo prórrogas. – Tú juegas al ajedrez, ¿verdad? – ¿Cómo lo sabes? – Lo he visto en pinturas, y lo he oído en canciones. – Pues sí, realmente soy un excelente jugador de ajedrez. – No creo que seas tan bueno como yo. – ¿Para qué quieres jugar conmigo? – Es cuenta mía. – Por supuesto. – Juguemos con una condición: si me ganas, me llevarás contigo; si pierdes la partida, me dejarás vivir. Las negras, para ti. – Era lo lógico, ¿no te parece?
Es así como comienza la partida, en cuyas pausas Antonius ocupará el tiempo para tratar de encontrar sentido a su vida antes de morir. Mientras se dirige a su castillo, irán apareciendo personajes con distintas actitudes frente a la vida.